Las Heras-Mendoza, Ciudad de la Gloria, 19 de enero de 2012
¿Podemos dejarnos caer en la tentación de inflamarnos en odio y rechazo contra el pueblo inglés por las declaraciones y maniobras piratas de su primer ministro David Cameron?
En realidad es totalmente natural que eso nos suceda, si uno se reconoce como persona con sangre en las venas, es lógico que nos exacerbemos por los dichos de este agentucho brutánico (y no es un error de ortografía) que representa y transmite el histórico interés de la Corona por dominar y conquistar su “perla más preciada”.
Entonces, a esa bronca-odio inicial, que nos recorre las entrañas hay que darle un cauce seguro, que nos ayude a elevarnos frente a esta provocación berreta y sin argumentos esgrimida por estos personajes. Pues si aceptamos a Dios en nosotros, reconoceremos en esas torpes provocaciones la boca y manos de Satán mismo, ya vencido y gastadas sus estrategias y argumentos que se han vuelto cada vez más mostrencos.
En palabras de un amigo de Bahía Blanca, viejo y contento: “Estoy notando que Cameron está logrando colocar un concepto en la diplomacia internacional: La existencia de un nuevo estado, con una bandera. Bandera que es rechazada por pertenecer a un estado inexistente, como dijo el uruguayo al embajador inglés: «Cambia la bandera y listo, venís y te vas».
Idea que ya ha aterrizado en todas las sedes diplomáticas de nuestro entorno geográfico.
Donde todos dicen: “Las falklands no existen como estado soberano”.
Ahora Cameron ya lanzó la segunda idea: Argentina Colonialista.
Su argumento es porque no se respetan los derechos de la libre autodeterminación de los pueblos, instalando la idea que los isleños son un pueblo originario.
Astutos y mentirosos. “Repitiendo al uruguayo: son viejos y tienen muchas mañas”.
Ahora bien, aun vencido, el enemigo siempre ha preferido atacar por las líneas internas, ya sea en la vida de cualquier hombre como en los destinos de una Patria.
Hoy el ataque más importante viene o vendrá de la mano de los topos-agentes británicos, los que “forjan” la opinión pública, aquellos que salen a gritar vivas a la “democracia”.
Continuando con esta última idea, los padres-ideólogos de la Falsa Democracia, quieren hacernos entrar en el juego de los que defienden este putrefacto sistema. Entonces “¿cómo la Argentina, que se dice país libre y democrático, puede tener intenciones de someter al soberano pueblo de las Falklands?”
Entonces decimos, soberano...las pelotas! Que somos buenos... pero no boludos!
Por todo esto seamos vivos, despertemos de este sueño. Que la verdadera Democracia es el Pueblo organizado en busca de lo que quiere. Y hoy y siempre el Pueblo ha querido ejercer su soberanía sobre ese territorio amado y lejano. Y no, como grita la falsa democracia, someter en un yugo inexistente a la gente de Malvinas.
A pesar de ser una potencia vieja y en decadencia, no dejan de ser astutos y mañosos, porque lo de Cameron no fue un “exabrupto”; sí puede ser “torpe e ignorante”, pero siempre es parte del Plan de dividir a nuestra Patria ¿Porqué creen entonces que sus esfuerzos siempre han sido concentrados en mantener aislado el territorio de Malvinas? Porque así parten-dividen a la Argentina.
Nuestro mayor esfuerzo siempre estará en juntar-reunir, y no desparramar más. Así también esperamos de quienes dicen gobernarnos verdadera decisión en forjar la Unidad Nacional, hoy dañada por las disputas de las tontas voluntades partidarias o de intereses personales, como por el accionar de agentes ajenos a los intereses de la Patria.
El Pueblo quiere a las Malvinas. Se seguirá poniendo a la Luz la Verdad en el transcurso de estos días, las maniobras del enemigo no van a prosperar, porque el Espíritu Santo se posa sobre la Argentina toda, para seguir reuniendo todo en esta Patria. Ya las puertas de la guerra se han cerrado en este suelo bendito.
Bartolomé Catriel en Teresa Afriel
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