Queremos echar luz sobre un tema que aparece como controversial en las disputas en nuestra Patria, y ahora es un enfrentamiento, ¿gatos reproduciéndose? ¡No! Esto es muy serio. El tema de las huelgas y la presión sindical; ¿son legítimas? Hace años ya que es un tema que genera división, odios entre hermanos argentinos, las movilizaciones, paros y huelgas, los piquetes que desordenan la vida cotidiana.
Hay muchas opiniones y broncas al respecto, pero…vayamos más a fondo.
Se pone sobre el tapete el derecho de huelga, ocupa el centro de la disputa lo que es un parche, un remiendo, una queja, un factor de contradicción entre una parte y la otra. Lo mismo ocurría hace unas semanas con el tema de la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas.
Se pone como centro esta disputa y se habla, se hacen comparaciones entre este modelo y el Gobierno del General Perón, que si había derecho de huelga o no en la constitución de 1949, que cómo es ahora, que hay tal ley o tal otra. Esta “discusión” es inútil y no es el centro de los problemas de los trabajadores.
Se omite lo único importante respecto al trabajo en la constitución de 1949, un pequeñito detalle ¡Los Derechos de los Trabajadores por primera vez en una constitución Nacional! Y los hizo cumplir en verdad y justicia como nunca más se hizo.
Ahora, en este “modelo” y en los anteriores gobiernos después de Perón, ¿se cumplen? ¡Está claro que no!
Pero veamos que decía Arturo Sampay respecto al derecho de huelga en 1949: “El derecho de huelga es un derecho natural del hombre en el campo del trabajo, como lo es el de la resistencia a la opresión en el campo político, pero si bien existe un derecho natural de huelga no puede haber un derecho positivo de huelga, porque es evidente que la huelga implica un rompimiento con el orden jurídico establecido, que, como tal, tiene la pretensión de ser un orden justo, y no olvidemos que la exclusión del recurso a la fuerza es el fin de toda organización social. El derecho absoluto de huelga, por tanto, no puede ser consagrado en una Constitución, a pesar de lo cual, dentro del derecho positivo argentino, se reglamenta esa zona de guerra extrajurídica que era la huelga para que pueda cumplirse en los casos en que los patrones no se avienen a satisfacer reclamaciones legítimas de los sindicatos obreros”.
Es tomado como un derecho natural el reclamo ante cualquier injusticia y así debe ser, pero La Justica Social más amplia y perfecta pone como centro la concretitud en hechos de todas las necesidades-derechos del hombre de trabajo y no los factores de contradicción que reinan ahora, las burocracias administrativas de un cuerpo desmembrado donde como se dice, “hecha la ley hecha la trampa.” Nunca hubo tantas leyes “laborales” y derechos como ahora, ¡y como ahora nunca hubo tanta injusticia!
El gobierno de Perón, con su política puso en hechos esta pretensión de ser un orden justo y lo fue. Los humildes trabajadores eran los primeros beneficiados EN SERIO.
Hubo varias huelgas durante el gobierno de Perón, muchas impulsadas por él, hablando con los trabajadores buscando juntos que los reclamos justos haciendo un dos contra uno a los duros empresarios de entonces, ¿y qué? No como ahora que el dos contra uno es entre la pequeña burguesía-la burguesía “nacional” versus la CGT que conduce Hugo Moyano. Otras huelgas, el líder del movimiento nacional las discutía con los trabajadores, metiéndose en el problema, jugándose. Porque todo su gobierno fue un jugarse con los trabajadores, Él y Evita se jugaron en serio y se jugaron enteros. ¡Es que esa pareja verdadera eran uno entre ellos y con los trabajadores! Sin embargo, otras huelgas las desbarató y las combatió llegando a aplicar la fuerza cuando era necesario.
Pasa que claro, el gobierno de Perón se reguardaba justamente de los traidores de siempre que pretendían desmembrar el Cuerpo Nacional.
Siempre pinchando por detrás quisieron dividir para reinar llenando de intrigas, conspirando, insertando a través de sus agentes ideas extrañas al sentir popular. Siempre desmembrando, siempre dividiendo hasta que asestaron el terrible y cruel golpe del 55`.
Comenzaban a introducirse en la CGT agentes extranjeros que fomentaban la división y la pelea por los intereses particulares sin estar unidos a los intereses del pueblo, rompiendo así la unidad, ya que nadie puede realizarse en una comunidad que no se realiza.
Aquí, hubo un quiebre en el cuerpo sindical y el error está, en la actualidad, en la opinión generalizada de que los sindicatos o gremios son lo que fueron desde la década del 60` hasta ahora. Desde ese tiempo a esta parte, las organizaciones gremiales se convirtieron en grupos protestatarios, en un factor de poder más que adoptaron un mecanismo nefasto, clave en la destrucción de estas organizaciones, la prestación de servicios tercerizados. Se introdujo este sistema que es ocasión de pecado-injusticia para los dirigentes sindicales. Así, ésta burocracia sindical ha quedado obsoleta dentro de esta estructura injusta.
Es la que negocia, la que queda en el medio, inútil y sin poder satisfacer realmente las necesidades de los trabajadores. Así no hay conducción, nadie que vele por estas necesidades.
El Pueblo trabajador está desprotegido y tiene miedo a perder lo poquito que tiene.
Las Asociaciones Profesionales de Trabajadores del peronismo del 45-55 eran comunidades organizadas pertenecientes a gremios que eran dueños de todos los servicios de los que gozaban: hospitales, clínicas, hoteles, campings, piletas, etc. Nada de prestadores privados.
Directamente los trabajadores administraban sus propios bienes incluso sus aportes jubilatorios y sin injerencia del Estado. ¿Otra cosa no? Esta es la dignidad que han perdido los trabajadores, la de ser dueños de su trabajo.
Venimos diciendo hace rato que los golpistas están al acecho usando cualquier cosa para fomentar la violencia, pagando a mercenarios ideológicos para armar quilombo donde siempre paga algún inocente o algún ingenuo usado por ellos mismos. Y la burocracia sindical queda en el medio negociando.
Son infinitos los manejes espurios en lo que hace a las protestas, huelgas y paros donde el tercero excluido siempre es el pueblo. No queremos más esta estructura que empuja al pecado a los dirigentes, no sirve, es inútil por más buenas intenciones que haya.
¡Se acaba esto porque esta todo a la luz cada vez más! ¡No se juega con el pueblo!
Hay una clara disputa del gobierno contra la burocracia sindical que “extorsiona” y contra los golpistas, pero, ¿no será que con la excusa de terminar con las burocracias en realidad se carga contra los humildes? Es la tendencia de la conciencia de la pequeña burguesía fascista, disfrazados de “progres”.
No falta este mal espíritu oligarca en esta patria que va siempre contra los negros y mete en la misma bolsa a todos los “grasas” como les dicen.
Distinguimos a esta burocracia presa de esta estructura injusta, de la masa sudorosa y trabajadora, el pueblo sacrificado con todas sus miserias, con el espíritu de lucha dormido y el apego-miedo, como todos, al dios dinero: ¡Mammón!, pero fiel a sí mismos, a su patria, a sus hermanos.
Con Perón, la columna vertebral de un cuerpo sólido en Justicia Social eran los que hoy están fuera de todo, los marginados, los descamisados de siempre. Son los mismos a los que Perón y Evita les dieron todo, a los que hoy no existen, salvo para hacer spots publicitarios con caras ajadas por el trabajo.
En verdad de ellos nadie se hace cargo, se les tiran migajas. Siguen siendo migajas y migajas. La pregunta es, ¿les queremos dar todo a todos? Lo repetimos como loros pero, ¿lo queremos?, ¿o sólo es para a algunos, la GCU? Busquemos este querer en nuestro corazón dando el combate interior contra todo lo que nos impide luchar por una verdadera Unidad Nacional.
El fin de las luchas sectoriales que no dan ningún fruto, es una gran comunidad nacional organizada donde el pueblo sea dueño de su trabajo, esa es la Solución ¡Basta de parches! ¡Nuevas estructuras e instituciones! El sufrimiento inútil de la contradicción entre hermanos va a seguir hasta que nos dispongamos a seguir el Espíritu de Unidad Nacional que está en nuestros corazones.
Venimos anunciando hace tiempo que el enemigo con sus agentes infiltrados quiere dividirnos para reinar, pero sobre todo este sufrimiento inútil va a seguir hasta que los elegidos se decidan a la Unidad Nacional abandonando las disputas, son dos elegidos sobre los que cae esta división, Ana Cristina y el Negro Moyano ¡Basta!
Los abrazamos a todos como lo hace nuestro Padre, aún con nuestras diferencias y pequeñas disputas, el Amor puede más…
Agrupación La Madre
Simón Juan Zoia
ministrodetrabajodecristorey@yahoo.com.ar – 0261 156070676 – simonsamarieljesus.blogspot.com
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