San Nicolás de María – Sede de Gobierno Papal, 17 de enero de 2012
Hace tiempo venimos contando acerca de la ruptura de los contratos narcos, ¿qué es esto? Es la división de la conducción de la actividad narco-usurera unida a los bancos. En la década del noventa hasta hace poco, todo era manejado por un solo cartel, un solo jefe. Ahora por la superproducción de droga basura, sintética y demás, cualquier gil se abre un kiosquito, entonces muchos se han cortado sólos. Hay una saturación en la producción de droga.
El negocio que sostiene esta falsa economía está basado en suministrar la mejor droga a una elite de ricos y suministrarle basura al resto de los adictos. El negocio es simple siguiendo una política maltusiana se encargan de envenenar las mentes de muchos a un bajo costo, quemándolos y matándolos en muy poco tiempo: un ejemplo de esto es el paco.
La política maltusiana es simple, según ellos somos muchos, muchos sobramos, entonces van dirigiendo acciones que llevan a la extinción de una parte de la humanidad. Porque este sistema como ellos lo piensan es para 4 mil millones, entonces sobramos 3 mil millones. Que se encargan de matar de acuerdo a como pueden.
La solución que proponemos es simple. Desde el año 2003 proponemos la fundación y expansión de Escuelas de la Vida. Sedes de trabajo manual con oficios, vida en común, meditación y oración personal y comunitaria. El objeto de esto es vivir el amor a Dios y a la Patria. Abriéndoles la puerta a todos los adictos-adheridos a conductas dañinas. Lo cierto es que se puede, si se quiere darle el tratamiento necesario a los adictos, sin cortar bruscamente su adicción, sino ir generando y permitiéndonos encontrar un sentido de la vida, un ¿para qué?
Mientras tanto, se trata de que lo que consumen los ricos, lo consuman todos los adictos, porque sino los más pobres se queman, mientras los ricos consumen sin que tanto les afecte.
No es un problema de clases, es un problema de justicia, porque en verdad donde hay una necesidad, hay un derecho, ¿y quién puede decirle a un adicto que dicha necesidad no es tal cuando comienzan a sentirse en el cuerpo los síntomas de la abstinencia?
En todo caso nos daremos cuenta que las necesidades son subjetivas y que dependen de cada persona.
Es ineludible abarcar este problema para dar soluciones concretas a la realidad de hoy, sino seguiremos planteándonos una realidad que no es, y los adictos en este caso van a seguir siendo los excluídos-rechazados.
A esto sumale que cuando comienzan los síntomas y el temblequeo, la necesidad se activa y el usuario se mueve hasta conseguir lo que busca sin tener en cuenta a los demás porque primero hay un desprecio en sí mismo. Entonces en vez de condenar porque son invadidos los derechos de los demás, veamos ¿cuáles son sus necesidades? y veamos como solucionamos el conflicto.
Lo cierto es que este problema sólo se puede solucionar en la medida que los consumidores se vayan curando, porque los oferentes van a seguir estando, por más jefes narcos que maten, enseguida se va a erguir otro cartel. Así que la solución es sacarle los consumidores conversión mediante, y que se metan su veneno en el orto.
La clave es cambiar el centro de apoyo en nosotros los hombres ya que la droga y otras adicciones intentan tapar o reemplazar el buen espíritu de Dios que habita en cada uno, dejar la adicción es asumir el espíritu.
La posibilidad es darle atención médica integral proporcionándoles un sentido de la vida y de la lucha, para que cada uno y de acuerdo a su decisión vaya pudiendo liberarse de dicha enfermedad de la droga, en la misma medida que deje de ser una necesidad el drogarse.
Mientras esta lucha y combate se realiza en cada corazón, cada uno de los heridos-adictos, debe poder tener lo suyo y de lo mejor. Porque si siguen dándole veneno lo único que hacen es matarlos, dándole rienda suelta al genocidio.
Insistir diciendo que no se droguen a los adictos es pedirle a un sediento en el desierto que no se tome un traguito de agua. Es empujarlos a la hipocresía, negando su propia verdad, y si esa necesidad está instalada en el corazón mas allá de que sea buena o mala, es necesario atenderla. Es la única solución posible.
El suministro, control y permiso debe estar garantizado desde el ministerio de Salud, ya que lo adictos a las drogas están enfermos, aunque no son los únicos, todos estamos enfermos quien más, quien menos de costumbres dañosas.
Se deberá suministrar droga de primera calidad recetada funcionando como medicación para todos los internados en las Escuelas de la Vida, para que sin quemarse puedan cubrir su necesidad y a la vez ir liberándose de dicha adicción. Produciéndose desde laboratorios nacionales que hoy trabajan.
¿Con esto digo que todos nos droguemos? No. Digo que tomemos a las personas en serio y que los que hoy son envenenados puedan ser curados y sanados. Droga de la buena para los enfermos para que puedan ser sanados. Hipócritas y moralongas abstenerse.
Fernando Tadeo Coordinador de la Agrupación La Madre
Contacto: Fernando_arango@yahoo.com.ar
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