Nos
debemos Misericordia los argentinos y nos debemos el triunfo de poder desterrar
la culpa, porque nadie puede tirar la primera piedra. Y porque Dios encarnado
pagó por la salvación de todos para que volvamos a vivir como hijos del mismo
Padre. Aquí es donde aparece la posibilidad cierta de vivir el Amor concreto
entre los hijos, que, vamos regresando al hogar común, enmendando las macanas
que nos mandamos.
Para la Misericordia _que es el latir de
nuestro corazón en la misma sintonía y ritmo que el corazón del otro y
compartir las miserias comunes, el Amor-Perdón con la Verdad, lleva a retribuir
y saldar lo que Nos “hemos ido quitando” entre todos: las corrupciones de las
que se habla.
Entonces
poder hacer reparación de los desatinos que, en política, no es tanto el haber
robado, sino creérselas y ser cómplices de este sistema de esclavitud aun con
cara lavada de “derechos universales y humanos”. Igual que ocurrió con “la otra cara del
programa occidental”, al decir de Juan Pablo II, como fue el socialismo real
soviético, que duró 70 años, habiendo prometido su perpetuidad por los siglos.
Y es que no pueden estos programas solo asentados en mera sabiduría humana, dar
más de sí, que no sea esta globalidad de dolor, servidumbres y miseria
espiritual y material.
Para
estas estructuras de pecado y sus derivaciones, el ejercicio del Perdón
recíproco en cada uno, de corazón, comenzará a reparar lo mal habido en este
andarivel, los llamados pecados sociales tanto como los personales
¡Aquí radica la Liberación verdadera de todo dominio
_pretendida prisión del alma_ y al mismo tiempo, liberarse de toda injerencia
exterior! Cuando el perdón es de corazón, tanto
para el que se perdona así mismo, como cuando lo pide, es el retorno en la
reparación del daño o mal causado en la vida concreta.
¡En el plano político, la reparación es devolución de
derechos políticos y la devolución de lo que se robaron, es justicia _como
aquel Zaqueo del evangelio_ siendo de todos los argentinos! No hace falta ninguna manifestación, golpearse el pecho o
proclamación y justificación.
Si es de
corazón se notará cambiando el mal procedimiento al instante de la decisión.
Porque cuando no se pueda devolver siempre habrá una forma política y social de
reparación.
Así
seguir adelante sin tanto mirar atrás como no sea para “ver” los destinos e
incoherencias propios. Para recordar siempre amar más y pedir perdón,
perdonando y teniendo la misma vara para medir los errores de los demás que la
que usamos para medir los nuestros.
¡Conductores y pueblo _que no masa_ juntos recorramos
el camino que nos lleve a la Verdadera democracia, por la que pelearon los
pueblos y sus Jefes en distintos momentos del Movimiento Nacional!
¡Este es el preciado momento del Movimiento Nacional
de la Tercera Creación! ¡Nace desde esta tierra compañera Presidenta! ¡Por eso
el pedido y la responsabilidad!
Matías Matriel con Judit - Ministro de
Cultura del Rey Jesús
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