viernes, 25 de enero de 2013

DEMOCRACIA Y MISERICORDIA EN LA CUESTIÓN MALVINAS (I)


                       Sede de la Gloria, Mendoza - La Santa y Nueva Argentina - 22 de enero de 2013

La verdadera democracia es aquella que hace lo que le pueblo quiere y defiende un solo interés, el del pueblo.
Viejo apotegma éste. Veamos juntos donde está el corazón de los llamados gobernantes y de los argentinos.
Lo que hay que saber es que nada va a ser como era. También es una vieja frase, hoy más que nunca cierta para los que se dan cuenta que estamos en el Titánic, en el mundo.
El mundo se termina en esta versión y “este final de era”, abarca todas las realidades y aspectos de la vida personal y comunitaria como nunca antes. Ver La Cuestión socio Política en el umbral del tercer milenio.
¡En nuestra Patria suenan vientos que anuncian la Esperanza de un cambio pero las re manidas malas costumbres intentan retrasarlo!
Por ejemplo, la cuestión Malvinas y las alternativas de nuestras relaciones con los ingleses. Poco se puede agregar a los reclamos, a los títulos grandilocuentes o no sobre éste tema. Por eso es hora de avanzar en descubrir dónde está el meollo.
Si no se abarca todo lo que involucra Malvinas desde el fondo de la cuestión y por lo tanto, la relación con el Reino Unido desde una concepción a la vez que responsable y seria sobre cómo es el entramado de la misma, tal como el Imperio Británico tejió-construyó por siglos para dominar de distintas y diríamos de todas las maneras que la inteligencia del hombre caído pudo tener a disposición, será difícil encarar aisladamente la cuestión con la eficacia de quién anhela defender a la Patria verdaderamente.
O la Democracia es integral o es un remedo _como ocurre_ para mantener la opresión política del pueblo.
No bastan los discursos o declaraciones. Menos apelaciones ideológicas del siglo XVIII y XIX
Si valen palabras con hechos, con astucia y valentía.
¡Entonces, Presidenta, pidamos en los foros internacionales sin dejar de ver que ellos mismos controlan esos foros, ejemplo la ONU, a través del Consejo de Seguridad, como mencionara recientemente!
¡Hagamos diplomacia, pero a la altura y superando la audacia de tal penetración colonial y neocolonial!
¡Hagamos política con los intereses permanentes de las naciones, no con el cinismo de Disraelí, sino con la amistad y con el corazón de la Argentina Generosa al mismo tiempo que Digna, Autónoma y Libre en la Verdad; Faro para las Naciones, como está profetizado!
Un aspecto central: abandonemos la anti política de la contradicción interna que es el caldo con el que siempre se cebaron los colonialistas de cualquier pelaje y en particular, este, el Imperio de la Iniquidad Política Global. ¡Hagámoslo con entrañas de Misericordia, la misma que nos debemos entre todos y que solemos reclamar a los otros, a los demás.
Matías y Judit -Ministro de Cultura de Cristo Rey

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