ANTE SU REPENTINO FALLECIMENTO el
28 de noviembre de 2012
Un militante con actividad social
y política en la provincia de Entre Ríos; y miembro de la Asociación Privada de
Fieles Laicos Católica «Orden María del Rosario de San Nicolás».
Juan Domingo lleva la Presencia y
entrega el Corazón Inmaculado de la Virgen María y las manos de Jesús,
relatando lo que ha vivido y vive, transmitiendo la Palabra de María y el Señor
Jesús a todos aquellos que deseen recibir esta gracia, la fe y la esperanza:
varones y mujeres, ancianos y jóvenes.
También – y sólo en el marco de su
misión – impone las manos a enfermos y necesitados.
Juan Domingo nació y reside en F.
Seguí, Entre Ríos, junto a su familia: esposa, cuatro hijas y varios nietos.
Creció en una familia peronista, su padre era militante y con los años, él
también participó del movimiento e integró, en su juventud, un cuerpo de
delegados gremiales del Sindicato de Aceiteros.
Todo comenzó en 1978, cuando
estuvo postrado en la cama por varios meses casi inmóvil y sufriendo dolores.
No podía trabajar y su familia sufría necesidades. Los médicos nunca supieron
cuál fue la causa. Encontrándose en esa situación, una noche tuvo la primera
visión interior. Al terminar la visión, estaba sentado en la cama sin sentir
ningún dolor. Poco a poco, pudo mover las manos y empezó a hacer nudos y
fabricar adornos, porta macetas, etc. La gente los compraba para ayudarlos.
Continuó luego trabajando –
mientras fue recuperando la movilidad de su cuerpo - con mimbre, tejiendo
canastos y sintió la necesidad de transmitir lo que había aprendido solo.
Comenzó a enseñarlo en las “Escuelas de la vida”, como las llamó, donde se
aprendían artes y oficios.
Seguía teniendo visiones, pero
nadie lo sabía porque no se lo contó nunca a nadie; ni a su esposa.
A comienzos de la década del 80
volvió a la actividad militante; en 1976/78 se había prometido nunca más
participar en política.
Pasaron los años y en 1994, su
primer nieto que tenía entonces dos años de edad, sufre un grave accidente; los
médicos dijeron que el daño era casi irreversible. Algunos meses después, un
día, su nieto estaba grave, internado en terapia intensiva en la Capital
Federal y no siendo su costumbre, entró a la capilla del hospital a pedirle a
Dios por su nieto.
Cuando intentaba rezar - no sabía
hacerlo - se le manifestó la Virgen y le habló por primera vez. Tres días
después, su nieto se encontraba bien, lo habían sacado de terapia intensiva y a
los pocos días le dieron de alta. Siguió viendo a la Madre celestial cuando
visitaba a los compañeros y vecinos, pero no le hablaba.
La Virgen lo hizo nuevamente el
1º de diciembre del 2000, pero esta vez le pidió que diera a conocer Sus
Palabras, transmitiéndolas personalmente y así lo hizo peregrinando por todo el
país junto con sus hermanos de la «Orden…»; a quienes María y Jesús también les
piden, que los transmitan.
Hasta el presente sigue teniendo
visiones y recibiendo Mensajes; son más de 500 Mensajes, que están editados en
cuadernillos. Estos Mensajes se refieren al carisma específico de la «Orden
María del Rosario de San Nicolás»; y están dirigidos - a través de sus miembros
- a todos los argentinos.
Quien tiene oído, oye, quien
quiera oír que oiga; nuestra bandera es del color del cielo y blanca, el color
del manto de Jesús.