martes, 3 de julio de 2012

Mensaje para la Presidente Cristina Fernández viuda de Kirchner:


Ciudad de la Gloria, Mendoza - La Santa y Nueva Argentina, 2 de julio de 2012



Un paso al frente es ABARCAR ABRAZAR A TODOS, ¡¡A TODOS!!

El Pueblo argentino sabe. Sabe de que se trata porque en el está la memoria de su corazón, memoria  de toda su historia y toda sus gestas.
Sabe que este es el momento preciso en que necesita más que nunca de su espíritu Nacional de Unión, recreado en una nueva Patria. Y sabe _lo supo al votar_ que necesita el Espíritu recreado de quien dirige los destinos del país en los marcos de la República. Porque Ella es la señalada y elegida por designio de Dios para conducir este momento. Esto es más allá de unos y otros, como Jefa Espiritual de la Nación.
El Pueblo Argentino está fusionado con el corazón de Dios Padre. Ese corazón hay que sacarlo afuera. El que conduce debe sacarlo primero para privilegiar a los peores, los más necesitados, los desheredados y excluidos _que los hay_ sin escatimar la Verdad que hace libre y corona a  quien la profesa y ejecuta con el cetro y el estandarte más sublime: La divisa de la Patria encarnada.
Es con la mujer la posibilidad más cierta y aproximada a conducir este proceso sin la distorsión de la sabiduría humana aislada de los fines trascendentes. Como unieron y llevaron a cabo los grandes de la historia. No insistir en los egos-pensamientos y sus altares ofrendados en pos del auto endiosamiento trasladado a la Política, consiste en poner fin al “todos contra todos”. Es la responsabilidad que de manos de una mujer, puede tomar y llevar a cabo la más grandiosa oportunidad de re-tomar en este siglo XXI lo que fuera anticipado y pregonado como el siglo de la Mujer. Porque es en la mujer la posibilidad más concreta y práctica de transformarlo en el siglo del Amor. Y es el Amor en la Política porque el signo nuevo es que la Política es Amor. El mismo que ha estado ausente por la distorsión de los hombres y la devastación del Ser femenino, hoy en re- lanzamiento desde esferas más sublimes y profundas.
Un paso al frente es ABARCAR ABRAZAR A TODOS, ¡¡A TODOS!!
¡Sin especulaciones! Sin malabarismos ni cuentas electorales. Sino todo habrá sido en vano. Y decir en vano es decir hoy frente a la situación, un verdadero desastre y una frustración del pueblo. Se ciernen entonces las tormentas y el abismo común a los que sucumben víctimas de su mal procedimiento. Empieza en la calle, se moviliza en todos, con diferentes intenciones. Es un clamor del caos que se ceba en el demonio de todos, cuando no se quiere oponer un muro infranqueable al desorden. El desorden es la injusticia personal y social.
La Armonía es el Orden del hogar y es Mamá María “la que lleva el hogar”. Es la Solución Económica para la administración y gobierno o norma del Hogar común.
No es el producto bruto separado del orden del hogar concreto, ni el promedio del crecimiento per-cápita si no ordena el hogar del último, de todos. No consiste en palabras más palabras menos, en la variante del derrame preconizado por la fatídica receta neoliberal. Que sólo llega a una masa de burgueses auto satisfechos aunque moralmente descontentos en su individualismo ancestral por costumbre gorila y aversión al pueblo, colonizados mentales y escarnecidos en su corazón intimidado y con el cerebro marchito.
Pero de eso se trata, de ver como es esta realidad de la situación injusta y sobre todo la injusticia de nuestro corazón que no atina a empezar a recorrer nuevos caminos para edificar la Patria en odres nuevos.
Esta es la muerte de la República. La francesa, hija del terror con su concepción y puesta en práctica del neo paganismo en las relaciones humanas y en sus instituciones. Con la evidencia cadavérica de su frustrante infelicidad desde hace siglos. Culminando hoy en la “cuna de tan bella criatura”, el llamado primer mundo, con su hundimiento liso y llano. Como será en Argentina también, si no se acortan los caminos.
El desafío para los argentinos es empezar de nuevo entremezclando nuestras miserias que son nuestra Gloria por Gracia de Dios Padre, con las providencias y bendiciones que nos fueron dadas.
Siempre dicho, proclamado, pero sólo actuado por períodos relativamente cortos aunque quedaron impregnados en la memoria del corazón y en las concretitudes demostrables para propios y ajenos.
El primer bien es el Hombre mismo. Armonizar con esta mezcla de espíritu, alma y cuerpo de la Nación, el espíritu, alma y cuerpo de hombres y mujeres gestados para la Nueva y Santa Argentina como Faro de la Nueva Humanidad.
¡Armonizar es escuchar la música de Quien te habla al corazón verdadero que tenés!
¡La música más maravillosa que es la Palabra en el pueblo argentino santo pecador y orgullo de la Estirpe de la Nueva Alianza!
No se levantará en vano la vara del Redentor que ha venido a iluminar a sabios y ricos, a incautos y desaforados, ¡a pobres y enfermos!
El castigo es su dolor por no cumplir el Amor. Más problemas, complicaciones, enfermedades que ustedes mismos se provocan, con la auto-condena de no sentirse amados hasta lo indecible con tal que puedan compartir la felicidad de Dios Padre.
Si alguien muere o se enferma corremos a hacer todo lo humanamente posible. Pero no atinamos por costumbre, como cualquier costumbre, a recurrir a Dios. Porque El puede ver los corazones y entender lo que pasa por dentro de cada uno y saber lo que es mejor. Empezando por el corazón propio antes que el de los demás. Y ver y apreciar Sus designios por encima de toda la mentira y por sobre la fachada de costumbres inservibles.
La costumbre de la Política que se practica es inservible para el nuevo tramo de la Historia.
Por eso: ¡Revolución de los Corazones para que salte lo que es descartable, ya!
Para empezar, está la actitud del que escucha, ve, aprecia y decide sin contar con la influencia de los restos de esta “mal llamada civilización occidental y cristiana”. Salirse de sus reglas sin miedo al qué dirán. Total lo mismo hablan. Es salirse de la contradicción que quiere el Enemigo siempre haciendo el Dos contra Uno típico.
Ahora es el UNO-La Santísima Trinidad en y con María sobre y con Todos. Es la única manera en el mundo que cae.
Y no alcanza con una serie de “medidas estructurales”, que tampoco lo son. Es el ethos de una nueva Verdad siempre presente pero asfixiada por los hombres. La Verdad de Dios, que la razón las más de las veces no puede ni podrá entender si no se está en Armonía. Locura para esta humanidad y sus hombres locos y fanáticos del suicidio común.
La tierra tiembla con los temblores del Amor que subyuga y da miedo. Pero el Amor es más y puede más. Así que: ¡Presidenta! A destrabar la interna de tu corazón para no sufrir sin sentido, que es muy grande lo que hay y tenés en tus manos de Mujer María.
Un Si tuyo equivale a una Revolución de tal magnitud que no te van a alcanzar los “números” y las proyecciones “sobre tu gestión” para llenar la canasta con las Bendiciones que tengo para este pueblo y para los que bien procedan en orden a su responsabilidad y su peso político, incluyendo en la marcha criterios santos y pecadores de los hombres de esta época.
Es hermoso el barro del Señor, y estamos todos embarrados, lo cual es maravilloso y liberador. ¡Porque sólo nos basta Su Misericordia-Amor de Padre y Gran Alfarero!
Es momento de reconocer su impotencia al punto de pedir ayuda a quienes nada piden de lo conocido, pero piden todo de lo Nuevo: La Justicia más amplia y perfecta del Reino de los cielos en esta tierra.
Te esperamos con la decisión de que tu calvario sea el del pueblo porque así vale la pena. Y para que la Gracia se derrame sin tener que levantarse las manos del dolor y del sufrimiento del que no sabe o no quiere ver que Todo es la Voluntad de Dios. Incluyendo el dolor que desgarra lo más íntimo de nuestro afecto por no brindarnos con ese ego-afecto a toda la masa de sufrientes que ya han perdido todo: vidas, enfermos, proyectos y sentidos. El Pueblo hace tronar el escarmiento decía Juan Perón. Y Evita vuelve y es millones manchados de la injusticia de los poderosos. Y las millones de hermanas suyas y tuyas que siguen pariendo hijos para esta tierra bendita.
Con el grito arrasador de la bronca que no admite discursos sino hechos de Amor. Esos gritos de Amor son hoy en la Unidad Nacional con contenidos. El “todos y todas” real, de carne y hueso, conduciendo con el sentido común de las Mujeres Argentinas al frente. Es tu Misión. Aquella para la que fuiste puesta en el lugar donde estás. Esto es lo que lo que adviene si lo quieres y los sientes con Pedro Segundo y el Plan Único de Poder Popular en la Revolución de la Mujer que podés expresar. Y tu Resurrección es en Joaquín el Cristo encarnado que es: Renacer tuyo y de tu familia; renacer de un pueblo y de cada uno en la Efusión de Espíritu con que estoy renovando la faz de la tierra. Lo que avizoras en el horizonte del mundo que cae y ha fallado es así. Solo falta la actitud de traducirlo desde Tu Corazón de Mujer María con el espíritu de Ana que Dios–Nosotros los hombres te reconocemos.
Misceláneas de Dios Para Ana Cristina:
El blindaje al encuentro con el otro es una barrera y dureza del corazón.
Está asentado en la desconfianza con propios y ajenos y en la auto condena por los errores a sabiendas de que no hacemos todo el bien que queremos. Por ejemplo que no es justicialismo el sustento esencial ni material y visible del gobierno sino que está mezclado con medidas que se le parecen.
No es mejor mostrar la fortaleza del débil porque nos escondemos dentro de esos muros.
Una forma nueva surge entre medio del “no se puede” que parece prevalecer. La realidad visible está siendo condicionada, apretada como con una prensa, sobre los cuerpos, para hacer evidente los signos de este tiempo.
La  soledad y desarmonía en tiempo y forma se basa en una pretensión por darle importancia a las formas y a lo exterior. Veamos así nuestro ser y nuestra  debilidad.
La  valía en términos humanos es sobrecogedora frente a la situación actual si no supiéramos que es mayor aún el tesoro del espíritu eterno destinado a misionar en este mundo.
En la mujer destinada a gobernar, la  fuerza aparente es  hojarasca de una  pretendida inteligencia y  bravura. Esta es superficial y en un sentido puede ser opuesta a la mujer que encarnó Evita, por querer complacer  resentimientos pequeño burgueses o gran burgués cuando uno cree que puede estar a tono con los poderosos. Es como una revancha de un complejo de inferioridad de clase media que la va de revolucionario. Evita tenía sangre del verdadero resentimiento justo popular que la quemaba y no una pose. Era verdad. Por eso muchas veces no atinamos aún a descubrir quien se es  de verdad o quién se puede ser. En el fondo uno tiene un miedo tremendo a no negociar con los restos del establishment. No se quiere morir a esa pretensión _que es sólo una ilusión de la cultura de este mundo_ y por eso acudimos muchas veces o siempre a la remanida abstracción de los logros del gobierno superficiales aún para cambiar el rumbo de la historia en lo que se puede. Y lo hacemos con “sabiduría humana” de la que tanto uno  se ufana.
No es que no se deba tener esta astucia pero el problema es  no saber o no  convencerse de que somos de Nosotros, de la Unidad como concepción que está por encima de todo. Y así nos debatimos  en hacer sentir por momentos a los poderes de este mundo que también somos de ellos. No nos gusta esto, pero “nos puede”. La tilinguearía existe, y más en los recodos del poder burgués y la masculinización de la Política que desencaja más a la mujer que se quiere sostener y tener su fortaleza en esos lugares. La ausencia de mujeres es una clave en los mandatos. Si no se  las registra, si no se las tiene, a no ser por casos individuales y aislados no es posible la Política hecha Amor. La búsqueda del varón como complemento y conducción, mezclado con los intereses de círculo, que son funcionales al trabajo en la república, esté quien esté, afectan profundamente a la mujer por el sino trágico que conlleva y la hacen  desconfiada y con miedo-desesperanza en los que trabajan para Dios.
Es necesario dejar el corazón de piedra y que salga el de carne,  femenino.  

Matías Oscar Zoia y Judit Marilyn Quiles Zoia, en el Nuevo Pedro Colegio Apostólico

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