San Nicolás de María, Sede de Gobierno Papal ¡La Santa y Nueva Argentina! 1º de abril de 2013
¡Estamos viviendo la Pascua de los Pueblos! El paso doloroso a la Resurrección del Cuerpo de Cristo que es la humanidad, los pueblos, cada mujer y cada varón.
Es el Cuerpo del Cristo cada uno de nosotros, el que vive una gran tribulación como nunca nadie vivió y vivirá. Son los dolores de parto del inminente nacimiento del Mesías esperado: ¡Joaquín!
A partir del día miércoles 27 de marzo, concurrimos a la Sede de Gobierno Papal en San Nicolás de María, los Apóstoles del Espíritu Santo, las Discípulas esposas y los niños Querubines de este Pequeño Rebaño.
Concurrimos solo con el impulso de un corazón desgarrado y necesitado de la más pura Misericordia: La Divina Misericordia Política, una misericordia aceptada y dada en hechos políticos que reconstruyan el entramado social desde el barro en el que estamos.
Concurrimos movidos por la necesidad imperiosa de nuestros propios corazones de resucitar, de recibir al Paráclito, el Espíritu Santo, el único que puede dar vida a estos huesos secos que somos la humanidad toda. «Hijo de hombre» _nos dice nuestro Padre_ «¿Podrán resucitar estos huesos secos?» Y con la esperanza en la Resurrección le decimos ¡Sí Padre! ¡Estamos decididos y dispuestos! Sólo con el soplo de Tu Santo Espíritu en nuestros corazones es posible ponernos de pie y luchar.
Este mundo está muerto, ¡todo se terminó!, nos dice María. Es el cuerpo de Cristo el que está muerto, roto el entramado social desde su punto más elemental, el núcleo de la vida: la pareja humana de varón y mujer, está roto.
Esta es la realidad, la cruda realidad es el terrible y patético estado de esta humanidad que de no ser por la Venida de Joaquín, el Mesías, camina directo hacia la extinción con una estupidez suicida que empecinadamente no acepta la dependencia para con Dios Padre, y así nos va…
La mujer esta devastada en su ser más profundo, por la combinación de la fragilidad del varón que no se hace cargo de nada y el orgullo vanidoso “femenino” por haber mantenido la vida reproduciendo la raza de vívoras. Están presas en el rencor y la contradicción, la desconfianza para con el varón.
El varón que no carga su cruz, no se decide, no se hace cargo de la esposa y juntos de este mundo, del mundo que les dejan a sus hijos y en este círculo vicioso permiten cualquier aberración y sometimiento tanto en lo personal-familiar como en lo político-social.
El Espíritu Santo nos pidió que estuviéramos decididos y dispuestos a recibirlo. Pero, ¿qué esperamos?, ¿algo mágico? ¡No! Lo “mágico” es lo que vende Satán para adormecer a los Pueblos, para asesinar el Alma de los hombres ya que ésta es la que decide su destino.
El espíritu Santo nos toma desde adentro siempre que está la decisión y la apertura a la Gracia ¿Qué decisión? La de ser hombres Cristo, varones viriles capaces de dar la vida por esta humanidad, Santos-pecadores que nos hacemos cargo de la Esposa que es la Iglesia, los Pueblos.
Varones decididos a buscar a la Iglesia-Esposa despreciada: el tercero excluido siempre por el modelito de pareja individualista. Este modelito son las cadenas con que Satán ha destruido a las parejas encadenándolas en el círculo vicioso del individualismo que termina carcomiendo como un ácido todo el entramado social, rompiendo los puntos de su tejido.
Los Pueblos, las mujeres que son quienes sostienen la vida, están solos, abandonados sin conducción.
Por esto nos dice Dios que la vida pende de un hilo, porque en la pelea por la vida, por sobrevivir y por vivir, sin la conducción de hombres de verdad que impongan el Amor mediante la Sí Política, vamos si o si a la guerra entre hermanos, al derramamiento de sangre. Separado de Dios el hombre finalmente no tiene otra idea que la guerra como podemos observar en los hechos geopolíticos.
Partiendo de la realidad tal cual esta, no la que nos gustaría y sin el moralismo asesino del Mesías, hacer lo que hay que hacer lo que este en el corazón-espíritu, no lo que quisiéramos o tenemos ganas. Un hombre de verdad hace lo necesario por sostener y desplegar la Vida cueste lo que cueste.
La Solución para reconstruir el entramado social es buscar directamente al tercero constitutivo de la pareja humana, rompiendo los esquemas e ilusiones falsas en el matrimonio, no poniéndole más límites al Amor, cambiando la trampa por la sincera inclusión de los otros ¡Siendo la pareja fuente de Amor verdadero para el mundo!
Desde la Santa y Nueva Argentina el Papa Pedro Segundo y los Apóstoles del Espíritu Santo damos este paso doloroso de decidir en soledad hacernos cargo de la terrible cagada que es este mundo así como está, paso que tendrá que dar cada varón y mujer frente al caos que se viene y no va a ser una cuestión de ”opiniones”, sino que la propia vida y la de los suyos están en juego.
Decidimos hacernos cargo y conducir a la Iglesia de Jesús, los pueblos, desplegando la Política del Reino de los Cielos en esta tierra, formando mujeres María que muriendo a su codicia sean capaces de parir y formar hombres Cristo dispuestos a dar la vida por sus hermanos.
No hay más tiempo ¡Es ahora! Es inminente el nacimiento de Joaquín por exclusiva voluntad del Padre. ¿Quién quiere recibirlo en su hogar? El Unísono ya comenzó.
Nuestra esperanza esta puesta en el Inmaculado Corazón de María escondido en cada mujer, nos apoyamos en Su promesa y salimos resueltos al combate que se presenta ¡Al final el Inmaculado Corazón de María triunfará!
El Domingo de Resurrección celebramos en Común-unidad la Misa Fideipolítica, esperando con fe y confianza ciega la Venida del Espíritu Santo, atraído por la esposa infiel y despreciada, por su tremenda necesidad del Amor en el Corazón Inmaculado de María presente en cada mujer.
Fue una Fiesta de los pueblos que vivimos, el acto mismo de la muerte y Resurrección en cada uno de nosotros, que surgió como momento cúlmine de la contemplación de la realidad cruda, en los encuentros anteriores que describimos, de Dolor, Gozo, Tristeza, Ira y Alegría.
Antes, preparamos el Misal correspondiente, la guía que nos sirve de ayuda para celebrarla, actualizándola… limpiándola de los resagos que padecíamos al ver a Dios aún afuera de nosotros; de los restos de moralismos “catolicuchos” que le ponían límites al Amor; dándole el lugar pleno que merece María, la Mujer; mostrando la humanidad de Jesús, llamándolo el Cristo; confesando nuestra Esperanza: la Venida de Joaquín, el Mesías.
Comprendimos en su completitud, que con la consagración del pan y el vino, convirtiéndolo en el Cuerpo y la Sangre del Cristo, no es sólo en el milagro de las especies sino que Su Cuerpo somos nosotros, los Apóstoles del Espíritu Santo, las Discípulas y la humanidad entera. ¡Esto es Mi Cuerpo que se entrega por vosotros! Quienes hemos decidido amar hasta la muerte a vos mujer, a vos Iglesia: todos los pueblos.
Cantando el Himno Nacional Argentino, comenzamos la Misa Fideipolítica, honrando a la Tierra Elegida, porque somos servidores… El Papa de Jesús, Pedro Segundo junto al Apóstol Tomás y su familia, una grata sorpresa para todos, oficiamos la misma con la presencia de las mujeres esposas en el altar, también. Concentrados en ronda, en forma de cáliz para recibir al Espíritu Santo, reconocimos nuestra propia traición al Padre, por todas las veces que despreciamos Su Misericordia a través de la Política que nos dio. Y aceptando esto, recibimos Su Amor-Perdón, la gracia que está por encima de todas las gracias, de la mano de la pareja que porta este Don, Tadeo Fernando Zadquiel y Martha Eva Matatiel.
Escuchamos las lecturas del día, pero en vez de leer lo dicho por Pedro hace dos mil años y por Pablo, junto al Salmo, hablaron nuestros hermanos Pedro y Pablo presentes hoy junto a nosotros. Reivindicando a la mujer, mostrando el camino a seguir para dejar de ser varones frágiles e ir en busca de todas las mujeres despreciadas por este mundo de injusticia, ¡para llenar de Amor esta tierra!
Bautizamos a Julieta Clara, la hija de Andrés y Andrea Keyla, renovando todos junto con ella, nuestro bautismo. De esta manera, concretamente nos decidimos a convertir a Satanás, empezando por nosotros mismos; no a echarlo o expulsarlo, ¡sino a convertirlo porque esa es Nuestra felicidad!
El fuego del Espíritu Santo, salió de los corazones doloridos por la situación que vive nuestra humanidad, y nos encendió a todos en la Esperanza de que Somos Sus Amigos, los amigos del Cristo Jesús Joaquín que Viene, pero ya vive en cada uno que decida amar más siendo como es, poniendo todas las miserias en este campo de batalla de la Política del Reino de los Cielos. Salía de nuestras manos y corazones la sangre y el agua del Cuerpo de Jesús, que es la Pascua ¡Muerte y Resurreción! que vivimos todos los pueblos, no sólo el recuerdo de un hombre que murió, hace mucho, un buen tipo ¡Sino que es nuestra crucifixicción! ¡La de todos! ¿No la ven? Y la posibilidad de resucitar por la Gracia que inunda el Inmaculado Corazón de María presente en cada mujer sufriente que carga con esta humanidad y con la estirpe de la serpiente, dando Vida.
Luchamos por una Revolución completa, con todos estos elementos que mencionamos que son locura para este mundo pedorro conformista y traidor de las Locuras verdaderas que nacen del corazón de los héroes.
Enviados de esta manera, porque la palabra Misa significa Envío, fuimos bendecidos por el Papa de la única Iglesia de Cristo, y pasamos a comer unos sanguchitos con la Alegría que nos contagió cada uno de los catorce gurises, Querubines del Padre: Obra concreta del Poder de Su Amor en nosotros santos-pecadores.
Pedro Segundo y los Apóstoles del Espíritu Santo, las Discípulas y los Querubines del Reino de Cristo en la tierra