Cristina Fernández viuda de Kirchner, tuviste la oportunidad, pero no la aprovechaste. La oportunidad de ubicarte desde otro lugar, ni entongada en el sistema, el juego nefasto de la falsa democracia de cuño anglo-francés, ni encerrada en el individualismo de a quien sólo le importa el dinero. Ahora ya es tarde.
Te entregaste finalmente, para salvar tu reputación y tu “modelo” de cómo hacer el bien.
No olvido que te arrodillaste frente a los adalides de la repú…blica en Francia, como hecho simbólico de tu sometimiento a las oligarquías, representadas por Francois Hollande; ya que hacerlo frente a la reina inglesa, era demasiado y poco político, aceptaste su oferta de mantener la colonia a cambio de crédito, su crédito.
Te esperamos como puente entre Dios y sus hombres con tu pueblo, pero no decidiste ser Su discípula; protegiendo tu imagen, tu vanidad, la cual perdiste y seguirás perdiendo, pero sin el premio de los mártires, de las mujeres guerreras amantes de Cristo Jesús.
Te ofrecieron el camino difícil pero seguro hacia una verdadera Revolución del Amor, pero optaste por el camino aparentemente fácil, el de tu pensa-miento, tus ideas, tu “brillante” ingenio, y así te perdiste en vanos razonamientos, haciéndote todo más difícil por no aceptar la simpleza de aquellos a quienes llamas locos.
No sé si se te ha pasado toda la oportunidad, dicen que hasta el último segundo de nuestras vidas podemos alinearnos con nuestro verdadero destino, nuestra Misión, y así lo creo. Pero hoy, te aseguro, que te perdiste.
O terminamos ya con esta maldita democracia, dominados por la conciencia de colonizados, abandonando tanto la “fe” en la mono-clase dirigente, como también el individualismo asesino del indiferente opositor, o sucumbiremos frente al desastre, pero no argentino solamente, sino mundial.
Porque desde aquí, está prevista la Salvación para el mundo, crean o no. Todos miran hacia Argentina.
Todos nos equivocamos, traicionamos, blasfemamos y nos hacemos los inadvertidos. Pero es hora, de marchar hacia adelante, amando la Verdad y aborreciendo la mentira, siendo quienes somos, caiga quien caiga y cueste lo que cueste. Todo está por ganar, porque este mundo se terminó.
Y tu misión, Cristina, hasta las últimas instancias, es llevar a la falsa democracia hasta su máxima expresión, de la cual sos cabeza, ¡y estrellarla contra el infinito de su propia estupidez! Esto ya está pasando, y lo tratan de evitar todas las llamadas “potencias”, incluyéndote claro, y harán lo necesario para que esto no suceda, como ocurre ya en toda Europa y en todo el mundo.
El tablero de juego, la arena donde se decide la suerte y el destino común, es en América Latina, especialmente la Argentina. El pan y circo del mundial de fútbol, del Vaticano y de las “soluciones” de la falsa democracia, o la realidad de una Revolución total, trascendente y vertiginosa, cómo sólo en tiempos del Cristo y de los grandes héroes de la historia de los pueblos ocurrió.
Mateo Luciano Basiliquiotis
